Covid-19: observaciones y propuestas desde Italia, por Stefano Chiazza

¿Qué destacarías de la gestión que ha hecho de la crisis tu ciudad de residencia?

Módena forma parte de la región Emilia-Romaña, ubicada en el norte de Italia y en directo contacto con Lombardía y Véneto, territorios en los que se registraron los primeros contagios a nivel europeo ya en enero. Tras la declaración de emergencia nacional a finales del mismo mes, el país decretó el 9 de marzo el confinamiento a nivel doméstico. Fue el primero en Europa en verse afectado, y afrontó la situación con fuertes medidas pioneras en Occidente, que permitieron además proteger el sur del país y evitar así una mayor catástrofe. Subrayo también la gestión de Ferrari en la lucha contra el virus. A través del proyecto “Back on Track” pone a disposición todas las herramientas necesarias para garantizar la seguridad en el ambiente de trabajo, en estrecha colaboración con las autoridades locales.

¿Cómo se ha visto la gestión de Barcelona desde tu ciudad?

Durante los meses de marzo y abril, la situación italiana y mundial fueron las protagonistas. Sin embargo, en relación con la situación en España y desde una Italia ya en emergencia, se vieron con preocupación los actos y manifestaciones del 8 de marzo, con cientos de miles de personas abarrotando las calles españolas. Los medios italianos hicieron particular hincapié en las condiciones desfavorables en las que trabajó parte del personal sanitario español y, a su vez, ensalzaron muy positivamente la iniciativa ciudadana de aplaudir cada tarde como signo de respeto. Sobre la gestión en Barcelona en concreto, se destacó de manera positiva la iniciativa del Barça de ceder de forma solidaria los derechos del nombre del Camp Nou para invertir los ingresos en la lucha contra el virus, y se informó sobre el inusual Sant Jordi de 2020.

Propuesta para Barcelona

A corto plazo, creo oportuno estudiar medidas para proteger la economía local en Barcelona sobre todo en vista de una segunda ola de contagios. Por ejemplo, debe evitarse a toda costa el colapso del pequeño comercio. A medio plazo, apostaría por proteger todo aquello que ha hecho y hace de nuestra ciudad un referente a nivel mundial: calidad de vida, proyección internacional y sociedad moderna. Para conseguirlo, y a modo de ejemplo, lucharía por conseguir un turismo de calidad y no simplemente de masas, apostando por nuestro capital cultural. A largo plazo, buscaría maneras para incorporar en el modelo económico de la ciudad tres valores: excelencia, innovación y conocimiento. Trabajaría con universidades para asegurar un futuro disruptivo y sostenible liderado por talento barcelonés trabajando por y para Barcelona.