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La Barcelona industrial

La Barcelona industrial

Guillem Augé

Investment Director at Miura Private Equity

Víctor Gutiérrez de Tena

Head of Strategy and Innovation at Havas Media

Tres retos para construir el nuevo Made in Barcelona

La industria fue uno de los motores de crecimiento de Barcelona durante los siglos XIX y XX y tiene que volver a serlo en la Barcelona del 2040. El nuevo “made in Barcelona” solo tendrá éxito en un mundo cada vez más competitivo, digital e interconectado de las próximas décadas en la medida que consiga ofrecer una propuesta industrial diferenciada que sea “friendly” para todos los stakeholders ante tres grandes retos.  

El desarrollo y configuración de la ciudad moderna europea, que se inició en el siglo XIX, estuvo estrechamente relacionado con la implantación de grandes centros industriales en las ciudades. Estas instalaciones fabriles transformaron de forma estructural las dinámicas de las urbes y supusieron un trasvase demográfico muy relevante del campo a la ciudad que resultó en un crecimiento exponencial del número de habitantes en los grandes núcleos urbanos. Esta era industrial ligada a la ciudad impulsó también la creación y consolidación de la burguesía como clase influente en la vida económica y social urbana en Europa. La ciudad de Barcelona no fue una excepción a estas transformaciones.

La transformación de la industria en Barcelona ante un mundo globalizado

Durante el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, la actividad industrial en Barcelona y en la actual área metropolitana se fue especializando en determinados tipos de sectores y productos (textil, mecano-metalúrgico, curtidos, químicas y papel y artes gráficas). La demanda creciente de productos manufacturados procedía inicialmente sobre todo del mercado doméstico, pero, progresivamente, la industria catalana en general y barcelonesa en particular, empezó a tener una posición respetada a nivel europeo que impulsó la actividad exportadora de bienes acabados y semiacabados.

Sin embargo, a partir de mediados del siglo pasado, la dinámica industrial en las ciudades europeas fue cambiando gradualmente. Por un lado, la presión demográfica y urbanística en las ciudades empezó a trasladar los centros productivos al extrarradio de las urbes, dando lugar a la concentración de sectores en hubs productivos. Por otro lado, en un mercado cada vez más global y unos costes de transporte cada vez más bajos, la industria catalana y barcelonesa tradicional empezó a sufrir por la competencia de países con costes laborales mucho más bajos. Los productos “made in China” o “made in Taiwan” supusieron el cierre de una parte importante de la industria en Barcelona y el cese de la actividad fabril, otrora bulliciosa, en edificios como la Torre de les Aigües, Can Felipa, Ca l’Aranyó o Casaramona, cuyo gran valor arquitectónico hoy atestigua el pasado glorioso industrial de la ciudad.

El nuevo “Made in Barcelona”

A pesar de este declive abrupto de la manufactura barcelonesa, algunas empresas industriales de la ciudad consiguieron adaptarse a las nuevas dinámicas globales y consolidarse como empresas líderes en sus respectivos sectores. Barcelona tiene los ingredientes para reconstruir y reinventar su tejido industrial aprovechando su legado y tradición industrial y comercial, su cultura latina y cosmopolita, su creatividad y su indiscutible capacidad para atraer talento. Sin embargo, para poder volver a posicionar el “made in Barcelona” en la industria global del siglo XXI, la ciudad tendrá que dar respuesta a tres grandes retos.

Business Friendly

Una necesidad de encontrar puntos de encuentro y fomentar la colaboración con las administraciones públicas, generar canales de escucha continua y potenciar a las empresas que apuestan por la ciudad como lugar de crecimiento. Algunas de las medidas para prosperar tienen que ver con el fomento del inglés en las administraciones públicas para mejorar las comunicaciones con el capital extranjero, promover un marco fiscal y laboral para aquellas empresas que tengan un plan de desarrollo a largo plazo y ayuda a potenciar la ciudad, fomentar las sinergias empresariales complementarias, promover la cultura emprendedora desde la educación y facilitar el proceso de registro empresarial de una manera digital y sencilla.

Eco friendly

Un compromiso con el planeta y el desarrollo sostenible de una ciudadanía cada vez más consciente con el respeto hacia su entorno. Este cambio de paradigma hace que el mundo empresarial de la ciudad deba acelerar en el pensamiento de su impacto medioambiental desde el uso de materiales reciclados, empresas hacia un modelo de economía circular, edificios que cumplan la normativa medioambiental y un sistema de producción cada vez más sostenible. Todo eso pensando en ese futuro de ciudad que debemos de ir construyendo poco a poco y detalle a detalle.

Cost friendly

Barcelona ha experimentado un profundo cambio en las relaciones industria-ciudad tras los procesos de reestructuración de las industrias tradicionales, que desaparecen de las áreas urbanas y que adquieren, en ciertos casos, espacio de trabajo diferente. Ejemplos como Pier 01 o 22@ arropan un concepto empresarial evolutivo que coloca a la ciudad como un hub de toma de decisión y convierte a las áreas industriales a áreas de valor. Teniendo en cuenta esta evolución, el modelo de costes deberá estar más focalizado en beneficiar la adquisición de talento local e internacional y todo aquello relacionado con el valor.

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