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Ciencia desde Barcelona: por y para las personas

Ciencia desde Barcelona: por y para las personas

Jordi Alba

Academic Project Manager Officer at Universitat Internacional de Catalunya (UIC)

Angela Wang

Lawyer (cross-border M&A and PE) at Cuatrecasas

El ecosistema de universidades y de investigación de la ciudad de Barcelona: equipamientos e instalaciones de alto nivel, personas e historias que muestran la importancia de invertir en ciencia y educación para el futuro de la sociedad.

 

Gracias al importante impulso que se le dio al ecosistema investigador en Catalunya a partir del 2000, el sistema universitario y de investigación de Catalunya está formado actualmente por 12 universidades, 7 públicas, 4 sin ánimo de lucro y 1 no presencial; 39 centros de investigación vinculados a la Generalitat de Catalunya a través de la Institució CERCA (número en vías de ampliación); 20 centros de investigación nacionales vinculados al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 2 grandes infraestructuras (Sincrotrón ALBA-CELLS y el Barcelona Supercomputing Center BSC-CNS), y 1.750 grupos de investigación reconocidos por la Generalitat de Catalunya en todos los ámbitos del conocimiento que integran más de 30.000 investigadores e investigadoras. El conjunto del sistema público realiza una inversión del 0,59% del PIB.

Pero para cuantificar el sistema de investigación no sólo hemos de tener en cuenta la parte pública, sino también toda la parte privada que contribuye a dotarlo y a posicionarlo en el contexto internacional con más de 8.600 empresas innovadoras, 300 spin-off, más de 45.000 personas trabajando en el ámbito de la I+D+I (representando el 1,5% de la población empleada) y con una inversión del 0,94% del PIB.

Por lo tanto, el conjunto del sistema público-privado de inversión en I+D representa un 1,52% del PIB, aún lejos del objetivo europeo del 3% del PIB, de los principales países de nuestro entorno europeo y de los principales líderes como Estados Unidos, China, Japón o Alemania.

Sin embargo, los grandes números del ecosistema sólo dejan entrever el gran impacto económico que éste tiene. Según un reciente estudio del sistema público de I+D+I, por cada 100€ en inversión pública existe un retorno de más de 1.000€ en diferentes ámbitos (actividad económica, salarios, recaudación impositiva) y por cada 100.000€ invertidos se generan 5 puestos de trabajo.

 

Barcelona como epicentro de la ciencia y la investigación

Barcelona, así como su área metropolitana, concentra un gran porcentaje de los recursos humanos y equipamientos destinados a ciencia y educación de Catalunya, posicionando la ciudad como uno de los principales hub del sur de Europa.

Aunque Barcelona cuenta con ventajas intrínsecas como una localización privilegiada (con unas excelentes conexiones marítimas, aéreas y terrestres) y una calidad de vida envidiable, no se podría mantener como epicentro de la ciencia si no fuera también por el ecosistema ya existente (con centros de calidad y diversidad de proyectos) que atrae científicos e investigadores que buscan estar en una ciudad donde la ciencia está en ebullición.

Sin embargo, ¿cómo puede mantener, o incluso mejorar, la ciudad su posicionamiento?

 

Los retos de futuro

La comunidad científica coincide en la necesidad de que la educación, la ciencia y la innovación sean una política estratégica de país, con un horizonte a medio plazo y totalmente desvinculado de los procesos electorales y de los gobernantes. Debe haber un auténtico pacto de país en pro de dotar al sistema universitario y de investigación de los recursos humanos y económicos adecuados que permitan contribuir a solucionar los retos que la sociedad se encontrará en los próximos años.

Esta política estratégica no sólo debería abordar la financiación actual del sistema (escasa), sino también aspectos como la trayectoria académica (con un foco especial en la actual temporalidad de los contratos que generan mucha incertidumbre en el personal investigador o en la adecuación de las ayudas a la duración de los proyectos), la captación y retención de talento, o la agilización de los trámites y documentación, entre otros muchos aspectos que están en manos de los actuales y futuros dirigentes.

En definitiva, una política estratégica que dé la misma importancia a la ciencia y la innovación que se le da en los países de nuestro entorno ya que los beneficios tangibles e intangibles a medio plazo para la sociedad son claros

 

De la ciencia a la sociedad del día a día

Después de recorrer el ecosistema a través de sus características, principales magnitudes y principales retos de futuro, quedaría pendiente ver un último aspecto esencial: su impacto y traslación a nuestras vidas diarias. Entre otros proyectos que se desarrollan en la ciudad mencionamos:

– Laura Soucek, investigadora del Vall d’Hebron Institute of Oncology (VHIO), fundadora y CEO de Peptomyc. Tras más de 20 años de investigación, junto con un equipo de alto nivel, la Dra. Soucek empezará los ensayos clínicos de un medicamento inhibidor de la proteína MYC, un gen clave en el desarrollo de cáncer.

– Felipe García, médico del Hospital Clínic e investigador del IDIBAPS que, junto con su grupo, está estudiando una nueva vacuna contra la COVID-19, de rápido desarrollo y bajo coste de fabricación.

Estos son sólo dos ejemplos de cómo la ciencia, la más cercana, puede tener a la vez un impacto en nuestro día a día y en el de muchas personas, con independencia de su ubicación dado que la ciencia puede y debe ser universal.

 

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